“La respuesta de la gente disparó que estemos haciendo un disco nuevo”
Mientras termina su primer trabajo de estudio en 18 años, la banda repasa su historia y adelanta temas en vivo.
Este viernes 5 de diciembre, en Niceto Club (Niceto Vega 5510), a partir de las 20, La Portuaria bajará la persiana de su 2025. Año que sirvió de plataforma de lanzamiento para el tercer ciclo del grupo. Al mismo tiempo que ultima su próximo álbum de estudio (el primero en 18 años), el gran laboratorio groovero y multicultural de la música popular contemporánea argentina recuperó el video de la presentación del disco Devorador de corazones, consumada en el estadio Obras Sanitarias en 1994. Sin embargo, la construcción de esta narrativa, por lo menos puertas afuera, sucedió formalmente el 12 de abril, con la introducción de su nueva formación en el Quilmes Rock, donde además encaró una performance que terminó por convertirse en una de las grandes sorpresas del festival.
“Lo del Quimes Rock es difícil de explicar”, afirma Sebastián Schachtel, tecladista y acordeonista de la banda. “Teníamos muchísimas dudas, pensamos que quizás no iba a venir gente a vernos. Pero cuando vimos esa cantidad de público, se produjo una inyección de adrenalina. Fue un show de 40 minutos, lo que te da la oportunidad de mostrar todas las armas juntas. Es más efectivo que cualquier recital largo. También fue fundamental la devolución de la gente: llegamos a sentirla apenas tocamos la primera nota. Eso disparó y generó lo que estamos haciendo ahora, el deseo de continuar con el nuevo disco”. A lo que Diego Frenkel, cantante y guitarrista, añade: “La inclusión de Fernando Samalea (batería) y María Eva Albistur (bajo) nos cohesionó como grupo. Y a Yamile Burich (saxo) la trajimos porque maneja el lenguaje del jazz”.
-¿Se viene una vuelta al jazz?
Diego Frenkel: -A ella no la trajimos por el rock sino por el jazz. Y además porque es una performer increíble. Si bien La Portuaria tenía a Alejandro Terán como icono del saxo, a medio camino del jazz, del rock y de otras tantas influencias, a mí ella me cuadraba perfecto porque no había tocado nunca en grupos de rock. Caí en un barcito en el que estaba tocando y me volví loco. Tiene mucho que ver con la esencia de discos como Huija, Devorador de corazones y un poquito de Escenas de la vida amorosa, donde el saxo cumple una función jazzística. Entonces, en esa miscelánea, le propusimos que viniera y fue alucinante.
-O sea, ya no tienen excusa para no tocar “Supermambo”. Es más, esta encarnación de la banda coincide con el 30 aniversario del disco que lo contiene, Huija.
Sebastián Schachtel: -Es un disco muy especial para nosotros por cómo fue trabajado y por la sonoridad que estábamos buscando. Fue recontra pensado. Todavía uno lo pone y suena muy bien. En Navegar es preciso, el disco que hicimos en vivo en Niceto como resultado de la pandemia, incluimos dos temas de ahí (“Donde hubo fuego” y “Sofía”).
D.F.: -En ese vinilo abordamos todo el eclecticismo musical que se manejaba a mediados de los años ’90. Fue un lenguaje en boga que abrió mentes y oídos, era una enorme oportunidad artística en una época en la que industria, prensa y público necesitaba sectorizar etiquetar. Y de la que fueron parte grupos como Mano Negra, Rage Against The Machine y los Cadillacs, y en el que nacieron estilos como el trip hop y se produjeron diálogos entre el jazz y el hip hop. En esos cruces paganos estuvo La Portuaria. Nota aquí.

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