jueves, agosto 06, 2009

Benjamín Prado

No hay bañadores en el Vaticano.
Es verano y hay que taparse, o al menos ésa es la doctrina del Partido Popular, que lo mismo defiende los trajes de Camps que prohíbe el nudismo en las playas donde gobierna, por ejemplo en las de Cádiz y El Puerto de Santa María, asegurando que lo hacen en defensa de la familia y haciendo bajar a la arena a una legión de policías municipales que mandan cubrirse a los bañistas y les informan de que la multa por quitarse la ropa es de 750 euros, o sea, 10 veces lo que vale un biquini de los caros. Leer nota.

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