Insomnio
Despiertas una noche
y te llega el dolor,
los dolores del alma que deshacen el sueño,
que te rompen las horas.
Y el silencio
pesa como una cruz maldita y conocida.
Abandonas el lecho y recorres la casa,
enciendes un cigarro. Te preparas
una copa en la alta madrugada.
Los recuerdos son pájaros dormidos.
(Y ese dolor del alma, tan real, tan cercano).
Completo aquí.
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