Una obra sin puerta de salida
La vida es injusta a veces; la muerte, siempre: no te libra de ella ni escribir Cien años de soledad. Esa novela, y casi todas las que publicó después, al menos hasta El amor en los tiempos del cólera, le aseguran a su autor una plaza fija a este lado del más allá, así que va a seguir entre nosotros aunque él ya no esté aquí para verlo: se puede ser inmortal de muchas formas, pero sólo a través de los demás, por persona interpuesta. En cualquier caso, que nadie lo dude: una biblioteca sin libros de Gabriel García Márquez es un barco con agujeros. Nota aquí.
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