"No hay nada más transversal que una cerveza"
Lo es y no lo esconde, pero nadie le identifica ni con el “marxismo” ni con el “leninismo”. Y no es sólo cuestión de espacio ni de tiempo. Quizá sea su aspecto o su forma de ejercer y entender la política, pero él proclama que es comunista y la gente no le cree. “Lo contrario de lo que le ocurre a Pablo Iglesias. No lo es y la gente cree que sí”. Igual eso forma parte de su atractivo y su éxito político en una España donde mentar el comunismo, para muchos, es mentar la “bicha” y alentar la confrontación entre las dos Españas.
El caso es que Alberto Garzón es el líder político más valorado por los ciudadanos y, ahora, el más laureado por los dirigentes de Podemos. Es lo que tienen las coaliciones, que uno pasa de cenizo y perdedor a compañero de viaje en un rato. Todo sea por elsorpasso, por convertirse en la fuerza hegemónica de la izquierda y por liderar un proyecto de transformación. Luego ya si eso… Pero, de momento, la derecha tiembla y el socialismo anda desubicado y desdibujado. Nota aquí.
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