Carles Campomar

Castillo

Lara es el equilibrio del puente que separa el pasado del mañana.

Pedro Guerra

El día amaneció soleado en ese castillo, los cocodrilos despertaban bostezando con su gran boca, 

mientras la luna le daba un último beso al sol.

Mientras tanto en el castillo el príncipe renacía de las cenizas de la noche junto a su princesa,
esa que le cantaba noches eternas al oído,
a ese príncipe que la salvo en su día,
de morir devorada por una manzana de un árbol que era fruto del Edén.

Miro ese castillo y sueño con bailar en su gran salón,
ese último baile antes de la media noche,
y que me convierta en la bestia mas fea de palacio.

Completo aquí.