Muhammad Ali por él mismo (citas):
Creo que solo ha habido una ocasión en que alguien dejara fuera de combate verbalmente a Muhammad Ali, fue en un avión en el que la azafata le pidió que se abrochara el cinturón. Ali, tan excesivo y ufano de si mismo como siempre le contestó juguetonamente: "Señorita, Superman no necesita cinturón de seguridad" y ella le lanzó todo un directo: "Superman tampoco necesita ir en avión". Anécdotas aparte, Muhammad Alí era una de esas personas sentenciosas a las que realmente merece la pena prestarle atención, pues como el mismo decía: "La gente no soporta a los bocazas, pero siempre los escucha" y más cuando tenía esa facilidad para lanzar verdades como puños. No hace muchos días que falleció el gran Ali, y para entender y dar dimensión a todas sus fanfarronadas, que no son pocas, hay que empezar por el final: "Lo más importante de mi vida es lograr la paz. Dios me dio esta enfermedad para demostrarme que soy un hombre frágil como cualquiera". Pero evidentemente no siempre pensó así: Crónica aquí.
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