La Paz
La luna asola la ciudad
y yo estoy solo.
No tengo ganas de mí.
Me abruma su plenitud.
La luna es un espejo cóncavo
y yo no quiero estar sin mí.
Este dolor le pertenece a mis ancestros.
No tengo escapatoria;
todas las puertas carecen de bisagras,
las alas están rotas
y las ventanas son de yeso.
No quiero saber de mí.
Completo aquí.
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