"Si los jugadores de la Selección son tan amigos no se refleja en la cancha"
El Matador analiza el presente de la Argentina, cuestiona a Sampaoli y defiende a Icardi.
A Mario Kempes lo reconocen por la voz. Lo cuenta y se ríe. Lo asimila como una muestra más del inevitable paso del tiempo. No es por sus goles. Tampoco es por la gloria conseguida con la camiseta argentina. Para los jóvenes que pasan esta mañana por una avenida del centro porteño, Kempes es el que comenta en un juego de fútbol de la PlayStation. Y Mario lo asume. Llevaba cinco años sin pisar suelo argentino. Se siente incómodo en el ruido. Vive en Connecticut junto a su mujer y dos de sus hijas. En sus últimas visitas usó a Buenos Aires de escala para llegar a Córdoba y a Córdoba de escala para llegar a Bell Ville. Recién ahí se sentía tranquilo. El lugar donde no es ni el héroe del Mundial ni la voz de la PlayStation. Nota aquí.
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