martes, enero 21, 2025

Bob Dylan

 Medio siglo de ‘Blood on the tracks’: el final del amor según Bob Dylan

En 1975 el cantante regresó con una obra maestra sobre el desamor y la soledad. En plena crisis matrimonial, tras meses de fervor compositivo y muchas dudas sobre la grabación, surgió el que hoy está considerado el mejor disco del Premio Nobel de Literatura.

¿Cómo te sientes cuándo te extraes del corazón la historia de amor de tu vida con un sacacorchos? A esa pregunta respondió Bob Dylan con Blood on the tracks. Hoy hace exactamente medio siglo que aquel álbum mítico llegó a ese lugar arqueológico que fueron las tiendas de discos. 20 de enero, pero de 1975. Dylan tenía treinta y tres años. Como si Verlaine pusiese en verso lo vivido con Rimbaud, aquella meditación sobre el fin del amor fue la confirmación de una pletórica resurrección vital y artística. La imagen del sacacorchos, por cierto, es demasiado buena para que no sea de un Premio Nobel de Literatura: es un verso de You’re a big girl now en la traducción de Letras de Miguel Izquierdo y José Moreno.

“Una mañana temprano brillaba el sol / yo estaba tumbado en la cama / preguntándome si ella habría cambiado / si su pelo aún sería rojo”. La primera canción, Tangled up in blue, es una de las cimas de la lírica de Dylan. Después de 10 segundos de diálogo entre un bajo frondoso, una dulce guitarra y la batería suave, empieza una meditación amorosa de cincuenta minutos con estos cuatro versos. Funciona como un preámbulo. Un hombre solo pensando en presente su relación terminada y su vida.

En Blood on the tracks se encadenan las variaciones imaginativas para saber quién era ella, quién fuiste tú y pensar quien serás tras la ruptura. Da igual si la escena se desarrolla en un ambiente urbano que parece un cuadro de Hooper o en un bar de topless de Nueva Orleans, cruzando la geografía de Estados Unidos de punta a punta o dando nueva vida a recursos de la poesía amorosa clásica o a una retórica de resonancias bíblicas, como en este verso final de Shelter on the storm: “Si pudiera remontarme el tiempo que nacieron Dios y ella”. Son visiones y más visiones sobre la memoria del amor, la conciencia de lo perdido y de la soledad. “Recuerdo bien cada escena, se sucedieron en un soplo”, implora en If you see her, say hello. ¿Quién habla? ¿Quién es? De pocos artistas sabemos tanto como de Dylan, pocos son tan enigmáticos como él. Así, ¿how does it feel?. Nota aquí.



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