jueves, enero 30, 2025

Ramón Serrano

 DE AQUELLOS TIEMPOS

Tenemos o no tenemos las cosas de la vida
no podemos o no queremos
en la penumbra el jardín está muriendo
cuando niño tuve flores luminosas
podía oler y acariciar sus pétalos
ilusiones y buenos sentimientos
nunca me gustó la palabra fe
ahí estaba la luz
desbordaba de mis manos su fragancia
un simple amén y la vida era una gran ventana
de mayor he presumido de jardinero
ahí cuidaba mi jardín marino
efímero y engañoso
de aromas breves y chapucero
¡Que hermosura de flores en aquella rosaleda de antaño!
cuando la razón te obliga a descreer de tantas cosas
añoras las calles de tu infancia
y envidias los tiempos tiernos
donde una simple señal
-las manos y el pecho
los pétalos perfumados- abría de par en par
la balconada de la felicidad
entonces la luz te inundaba
¡fuera las sombras!
-no era necesaria la esperanza.



0 comentarios: