Muere ‘Space Ace’ Frehley, el guitarrista que puso fuegos artificiales a los primeros años de Kiss
El músico, fallecido a los 74 años, fundó la influyente banda de hard rock a principios de los 70, que abandonó una década después entre roces por el abuso de drogas y desencuentros con la fama
Paul Daniel Frehley, el guitarrista que puso fuegos artificiales a las pegajosas melodías de Kiss desde sus orígenes en el barrio neoyorquino de Queens hasta 1982, ha muerto este jueves en Morriston, Nueva Jersey, a los 74 años. Ace Frehley ha entrado en el panteón de honor de la música popular bajo el nombre de guerra de Spaceman, el hombre del espacio, o Space Ace, el as del espacio, por las estrellas plateadas que se pintaba en los ojos, sobre el maquillaje blanco del resto de la cara, durante los conciertos de la banda. Este septiembre canceló la gira para lo que quedaba de año en contra de su voluntad, después de ser hospitalizado por una caída en su estudio. Las razones de la muerte no han sido aclaradas, pero, en un comunicado público, su representante ha apuntado a aquel suceso: “Frehley falleció pacíficamente rodeado de su familia tras una reciente caída en su casa”.
El rock and roll había perdido la inocencia. El esquizofrénico espejismo de los 60 dio paso a una década escéptica. Los críticos musicales de la época enterraban la contracultura en sus columnas. Y entre aquel paisaje, en el extremo opuesto del género, aparecieron ellos, un espectáculo de pirotecnia y maquillaje, artificio y teatro, guitarras presumidas y contagiosos estribillos casi-disco, pop camuflado con la distorsión necesaria para ser recordado en los libros de historia musical como hard rock.
La historia de Kiss empieza como solían empezar las historias de los grupos de música antes de internet: con un anuncio en las páginas del periódico local. En 1973, el bajista Gene Simmons, el guitarrista Paul Stanley y el baterista Peter Criss pusieron un aviso en el Village Voice, influyente megáfono de la institucionalizada contracultura neoyorquina de entonces, en busca de un guitarra solista con estrella y habilidad. “No nos hagas perder tiempo”, alertaban. Frehley no lo hizo. A los 18 años había girado como roadie de Jimi Hendrix y la experiencia forjó su gusto por los solos evocativos que bebían del blues y la psicodelia. Nota aquí.
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