Entrevista inédita a García Márquez: “A lo mejor las leyendas sobre mí son más interesantes que mi vida”
‘TintaLibre’ publica en su nueva época una extensa conversación con el premio Nobel colombiano en la que aborda su vivencia de la música, el Caribe, el dinero, el amor, sus libros y sus ideas. EL PAÍS ofrece fragmentos de una entrevista que el lector encontrará completa en la revista.
Tenía 67 años y apenas acababa de descubrir parte de sus raíces más hondas. Los extractos que siguen forman parte de una extensa conversación con Gabriel García Márquez que fue registrada con mi cámara el 6 de mayo de 1994 en La Habana, con la participación del periodista recientemente fallecido Mauricio Vicent. La entrevista, hasta ahora inédita, se publica en el número 117 de TintaLibre, revista de cultura y pensamiento que inaugura una nueva época fruto de la alianza entre EL PAÍS e infoLibre, y que estará en quioscos y librerías a partir de este lunes y descargable en la web. El premio Nobel de 1982 aborda sin reservas y a tumba abierta su vivencia de la música, el Caribe, el dinero, el amor, sus libros y sus ideas: un García Márquez secreto y abrumador.
Gabriel García Márquez: Lo han tomado como mal chiste o buen chiste, es verdad, pero yo creo que Cien años de soledad es un vallenato de 450 páginas y lo digo con absoluta seriedad. La estética es la misma, el concepto es el mismo, el recurso es el mismo, historias que andan por ahí y que se pierden, se pierden en el olvido popular. El amor en los tiempos del cólera es un bolero de 380 páginas y lo digo con toda seriedad. Cuando nadie sabía qué eran los cantos vallenatos, recuerdo que de muy niño iba a oír a los acordioneros, que llegaban durante las fiestas, porque el origen de la música vallenata es esa, es juglaresca: eran unos músicos viajeros que iban de pueblo en pueblo contando un acontecimiento que había ocurrido en alguna parte, eran periódicos ambulantes y se acompañaban con acordeones. A mí, al principio, lo que más me interesaba era el cuento que contaban, no tanto la música. Pero después siempre se me quedó vinculada la historia, los hechos y prácticamente la vida de la región a una música. Tengo la impresión de que de todos mis libros el que mejor sintetiza el Caribe es Del amor y otros demonios. En El amor en los tiempos del cólera la ciudad no tiene la autenticidad caribe tan acentuada, tan asombrada como la tiene en Del amor y otros demonios y, en realidad, si en algún libro mío puede verse hasta qué punto de verdad los caribes somos una mezcla de muchas razas a partir de la cual ha surgido de verdad una nueva cultura, es en este libro.
Pregunta. A pesar de que Del amor y otros demonios se sitúa en Cartagena, yo lo veo muy cubano, con vivencias y formas de vida que aún perduran.
Respuesta. En ninguna parte el libro dice que la ciudad es Cartagena y eso no es puramente casual. Me interesa esa incertidumbre para que quede claro que donde ocurre el libro es en cualquier ciudad del Caribe. Jamás había yo tratado el ingrediente africano de la cultura Caribe tan cerca como en este libro. En Cartagena, por las condiciones especiales de la etapa colonial y por las condiciones muy especiales del colonialismo español, esas culturas no prendieron ni se conservaron como en Cuba. Toda la información que hay ahí no la hubiera podido obtener en Cartagena y probablemente en ninguna otra ciudad del Caribe. Nota aquí.
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