La Plaza de la Cebada: un referente en la historia de los mercados de Madrid.
A lo largo de los últimos tres siglos, la Plaza de la Cebada ha sido un destacado punto de referencia en el comercio local de Madrid. Ha albergado diversos tipos de mercados, lo que le ha convertido en un importante centro tanto comercial como social.
La Plaza de la Cebada es una de las más antiguas de Madrid. Anteriormente este espacio era un antiguo cementerio árabe. Cuando la Plaza Mayor deja de ser lugar de mercado, la actividad se concentra en la de la Cebada. A lo largo de los años ha ido evolucionado a la vez que lo hacía la ciudad.
El origen de su nombre
El nombre de la Plaza de la Cebada se remonta a la Edad Media, cuando los agricultores llevaban allí la cebada recolectada para venderla. Este producto era muy demandado, especialmente por los propietarios de caballerías y vaquerías que lo adquirían para alimentar a sus animales. La Casa Real era uno de los principales clientes. Allí se separaba la cebada destinada a los caballos del rey de la que se entregaba a los regimientos de caballería.
Los primeros mercados
A medida que Madrid continuó creciendo, la Plaza de la Cebada se convirtió en un importante centro de actividad comercial. A lo largo de los siglos XVII y XVIII, la plaza albergó mercados de diversos productos, como carnes, pescados, frutas y verduras. Eran un lugar esencial para proporcionar alimentos frescos a la población
La ubicación estratégica de la plaza en el corazón de la ciudad la convirtió en un lugar de reunión frecuentado por los madrileños. Con el tiempo, la oferta de productos se fue diversificando, incluyendo herramientas, cacharros, cerámica o cestos de esparto trenzado.
El Siglo XIX y la Modernización de la Plaza
En el siglo XIX, Madrid experimentó una transformación significativa con el crecimiento de la población, impulsado por la revolución industrial. La población pasó de menos de 300,000 habitantes en 1818 a más de 540,000 en 1900. La Plaza de la Cebada se modernizó para satisfacer las necesidades de esta creciente población y se convirtió en un mercado más organizado.
La regulación del mercado recaía en las autoridades municipales, que establecían normativas y horarios para garantizar un funcionamiento adecuado. A medida que el comercio al aire libre aumentaba, se hacía mas necesario tomar medidas para mejorar la higiene y garantizar así la conservación de los alimentos.
El Primer Mercado Cubierto
Para abordar los problemas de insalubridad, en 1868, el Ayuntamiento de Madrid aprobó la construcción de varios mercados cubiertos. Es entonces cuando se construye el antiguo Mercado de la Cebada
El diseño de este mercado fue obra del arquitecto D. Mariano Calvo Pereira, quien se inspiró en el mercado de Les Halles en París. La estructura de la construcción combinaba hierro y cristal, lo que lo convertía en un hito arquitectónico. Nota aquí.
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