Habrá un día
Hoy tuvimos comida en familia. Mi madre sacó una vieja caja llena de recuerdos. Para que los guarde yo en casa que para eso son míos, me dice.
Cómo pasa el tiempo.
Fotos de la facultad. Mis notas de solfeo. Los programas de mis primeras actuaciones en los garitos de Madrid. Un muchacho de pelo largo con una mochila al hombro sonríe a la cámara. Comparto sus sueños y algo de su voz. Qué joven he sido, maldita sea.
A uno de mis mejores amigos, colega de facultad, lo van a despedir del trabajo. Hace un año le cambiaron el contrato para que renunciara a sus varios años de antigüedad en la empresa a cambio de conservar su puesto. Crónica aquí.
lunes, julio 23, 2012
Ismael Serrano
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