Una baldosa colocada por su propio hijo
“Es todo demasiado movilizante”, describió el nieto que acaba de ser recuperado, tras poner un mosaico que recuerda a sus padres en la vereda del departamento del barrio de Villa Crespo en el que vivían al momento de ser secuestrados por la dictadura.
Un claroscuro, dice el diccionario, es el encuentro entre lo más negro de la oscuridad y lo más blanco de la luz. Un contraste así de fuerte enmarcó la tarde de ayer, cuando militantes, familiares, hombres y mujeres comprometidos de alguna manera con la causa de los derechos humanos violentados en la última dictadura se reunieron en la vereda de un edificio del barrio porteño de Villa Crespo para colocar una baldosa que indica que en uno de esos departamentos “vivieron Hugo Alberto Castro y Ana Rubel, militantes populares detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado en la ex ESMA”. Nota aquí.
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