Las ilusiones
En las ilusiones pueden esconderse los engaños, pero en todas ellas hay también una negociación con el mundo de lo posible. Los desencantos de la realidad tienen casi siempre más que ver con los medios que con los fines.
Pienso en mis cartas a los Reyes Magos. La verdad es que un balón de reglamento, una batería, un Scalextric o un tubo de chocolatinas no sólo fueron posibles, sino también reales. Pocas cosas hay tan realistas como las cartas de los niños a los Reyes Magos. Otra cosa es que algunos Reyes Magos no existan y el amanecer deslumbrante de los regalos sólo sea posible gracias a la ilusión de los padres. Pero eso no tiene que ver con los fines, sino con los medios. La ilusión está ahí, nadie la desmiente. Sólo hace falta encontrar un modo de que los fines y los medios se ajusten, sean justos, compartan la realidad de un sueño. Crónica aquí.
Pienso en mis cartas a los Reyes Magos. La verdad es que un balón de reglamento, una batería, un Scalextric o un tubo de chocolatinas no sólo fueron posibles, sino también reales. Pocas cosas hay tan realistas como las cartas de los niños a los Reyes Magos. Otra cosa es que algunos Reyes Magos no existan y el amanecer deslumbrante de los regalos sólo sea posible gracias a la ilusión de los padres. Pero eso no tiene que ver con los fines, sino con los medios. La ilusión está ahí, nadie la desmiente. Sólo hace falta encontrar un modo de que los fines y los medios se ajusten, sean justos, compartan la realidad de un sueño. Crónica aquí.
0 comentarios:
Publicar un comentario