Leo, el héroe atípico
Messi escapa al estereotipo de estrella y solo aspira a ser una persona normal
La noche que Leo Messi batió el récord de Zarra como máximo goleador de la Liga, se abrazó al balón con el que había marcado tres tantos y bromeó con sus compañeros mientras se proyectaba en el estadio un vídeo homenaje. Cuando abandonó el campo ya no se supo de él hasta que batió otro récord: el de máximo goleador de la Champions. A Messi no le gusta hablar en público. Apenas articuló palabra ante un Camp Nou repleto después de ganar la Champions y la Liga, en 2011: “Prometí que hablaría, acá estoy. No tengo nada que decirles…”, balbuceó. Nota aquí.
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