“No quiero que mi hija pierda sus raíces”
Casado con una argentina, el español viaja todos los años al país. Espectáculo infantil, herencia política y el rol del artista.
Ismael Serrano debe ser el cantautor español más argentino de todos. Y no porque su padre le haya inculcado en su adolescencia la música de Mercedes Sosa y Atahualpa Yupanqui, sino porque su acercamiento a la lucha de las Madres de Plaza de Mayo y sus entradas agotadas en sus apoteóticas funciones en el Ópera promediando los 2000, le generaron un vínculo porteño tan estrecho, que terminó casándose con la argentina Jimena Ruiz Echazú (35), a quien conoció filmando la película “Luna en Leo”. Y producto de ese amor, además de la canción “Buenos Aires 2001” en la que habla de las virtudes de nuestra ciudad, nació Lila, quien a sus 3 años, lo motivó a escribir y dirigir la obra infantil “Oliverio y la tormenta”. Político y cercano a nuestra idiosincrasia más visceral, mezcla en su discurso el voseo con el tú. Nota aquí.
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