miércoles, agosto 16, 2017

Luis García Montero

La comodidad del todo o nada

En las conversaciones políticas, sobre todo en tiempos de crisis y desorden, hay una tendencia a opinar de forma autoconsoladora. Necesitamos ser tajantes para reafirmar una identidad insegura. La apuesta final del todo o nada supone una salida que conduce a la comodidad. Con una decisión exclusiva se evitan las mil interrogaciones y acuerdos que exige un presente en movimiento. La comodidad se convierte al final en una negación del debate.

La nada y el todo. Se trata de estrategias que cultivan la paralización por caminos opuestos. Por eso conviene atender a su lógica cuando se imponen como tendencia. Las modas afectan a la ropa, los coches, los estilos literarios, los códigos de belleza, la comida, la bebida… Son la lógica del consumo, una manera de domesticar el deseo, de buscar un objeto preciso a lo que procura moverse con libertad. Este proceso de doma invade también los debates ideológicos.Nota aqu
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