martes, agosto 11, 2020

Rodolfo Serrano

Nada soy

No soy nadie, ya veis, no tengo apenas 
algo más que unos versos, cuatro historias
que no puedo contar sin sonrojarme
y unos  cuantos amigos que me aguantan.

Esta absurda manía de moverme
sin mesura ninguna por lugares
poco recomendables, mi costumbre 
de pegar hilo y hebra con cualquiera.

Y qué decir de mis vicios menores,
como el de enamorarme a todas horas, 
o este afán que tengo de meterme
en toda causa perdida e imposible.

Vos sabés que no tengo remedio:
Este amor a ciudades que están lejos,
este acomodarme a lo que venga,
o esta pasión por la lluvia y por la niebla.

La nostalgia del tiempo que no ha sido, 
mi gusto por las calles solitarias,
los sueños que me llevan a tus besos.
La fiebre por los tangos de El Polaco.

Este andar sin quitarme mi sombrero
ante nadie que me cierre los caminos.
Ser feliz, sin afectarme las envidias
del imbécil que me cruzo por la vida.

Es todo lo que tengo. Cuatro cosas. 
Y confieso que me siento muy a gusto.
Porque, sin tener nada, cada noche, 
me las llevo a dormir entre tus brazos.


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