Ismael Serrano: canciones para resistir, la rebeldía en tiempos de pandemia y el mito del cantautor atormentado
En su flamante álbum, Seremos, el artista propone conectar con la vida que “quedó congelada”.
Es 12 de mayo de 2021; mientras en la Argentina estamos a punto de entrar en un periodo de "reconfinamiento", España acaba de poner primera rumbo al día después del encierro y en Madrid la calle es tomada por asalto como si se tratara de recuperar en una noche las muchas perdidas durante el último año.
En ese contexto, Ismael Serrano, que acaba de publicar Seremos, su primer disco de canciones originales en 7 años, se planta frente a la computadora de su estudio, y recién entonces se quita el tapabocas para sumarse al Zoom, como marcando diferencias con quienes pretenden haber entrado en una era post-pandémica.
"Yo voy a ver a mis padres y me pongo barbijo. Somos gente muy prudente. La verdad es que aquí, salvo excepciones, estamos acostumbrados; y en el entorno de trabajo también vamos con barbijo", dice el cantautor, que el 9 de marzo pasado cumplió 47 años.
Los argumentos de Serrano son inapelables. "Estamos aún con unos ingresos hospitalarios muy altos, igual que los contagios, las UFI en Madrid están con un estrés muy importante, y tenemos muchos muertos. No hemos salido de la pandemia", advierte.
Pero enseguida, a pesar de que señala que aún falta mucho, hace hincapié en los efectos que el cansancio y la fatiga provocan en la gente.
"Quieren que el deseo se convierta en realidad. La gente sale a la calle como si el que terminara la pandemia respondiera a un acto de voluntad propio. Y no es así. Hay que entenderlo también en un contexto de angustia, de desesperación y de agotamiento ante las restricciones", explica.
Y completa su análisis con una comparación. "Pasa en este tipo de crisis, habitualmente. Aquí en Madrid, hubo en un momento en la Guerra Civil en el que sonaban las sirenas de alarma ante los bombardeos y la gente prefería no acudir a los refugios, porque estaba agotada", dice el artista.
Sin embargo, hace foco en una diferencia esencial entre ambas situaciones. "Ahora no se trata de que no vas a salvar tu vida, sino que abrís una brecha de contagio que se expande de manera incontrolable. Abrís un vector de contagios que llega a un nivel dramático. Entonces, la reacción es entendible dentro de un contexto de fatiga pandémica, pero no deja de ser reprobable". Nota aquí.
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