La llamada
A Raul Cancio que me pidió este poema
Tu corazón llamando está a mi puerta.
Despierta la nostalgia. Me revive
como una dulce ráfaga de viento,
corre en mis venas lo mismo que si fuera
un río de agua fresca en el verano.
Me llegan tus latidos, el recuerdo
golpeando la tarde luminosa,
el tiempo que fue entonces y que ahora
tiene el sonido eterno que en las cartas
conservan los amores del pasado.
Golpes de sangre me llevan a tus labios,
de tu mano que llama por mi pecho
igual que la palabra que una noche
recorrió los rincones de mi carne,
cuando fuimos dos almas inmortales.
Ahora que la vida es ya la última
estación y no hay trenes de regreso,
invoco tu llamada y en la hora
del miedo y la tristeza yo me entrego
a la esperanza viva de tus brazos.
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