"La relevancia de un músico se mide por su popularidad entre los jóvenes"
Empezó su carrera en solitario hace 25 años y el rockero bilbaino todavía se mantiene como uno de los populares de España. Tras su histórico concierto en San Mamés, continúa con una de las giras más exitosas de este verano.
Hablar con Fito Cabrales (Bilbao, 1966) es surfear una ola de generosidad y buen rollo no exentos de melancolía. Nuncio tatuado y enjuto del rock and roll, descendiente de Little Richard, comandante de unas guitarras eléctricas cada día más arrinconadas en las listas, su éxito, tan rotundo, resulta ya contracultural. Son 25 años al frente de los Fitipaldis. Su gira lo lleva por toda España, con una última parada histórica en el estadio de San Mamés de Bilbao retransmitido por La 2 de TVE. Cuatro WiZink Center es ahora mismo una hazaña sólo a su alcance.
¿Esperaba una audiencia de TV tan descomunal? ¡Medio millón de personas!
Afortunadamente estábamos desconectados de lo que rodeaba al concierto. Ni por segundo prestamos atención.
No es su primera multitud. Recuerdo Bilbao en 2004, 100.000 personas
Eso fue más inesperado. Ni siquiera pudimos volver al hotel después de la prueba de sonido.
¿Se acostumbra uno?
Nunca. A lo mejor los Stones, que tienen más callo... Cuando el otro día fuimos a San Mamés íbamos en 5 furgonetas negras. Escoltados por la municipal para poder llegar. Parecíamos los Men in Black. Yo estaba tan nervioso que hubiera preferido que me llevasen al hospital. Me iba a dar un ataque. Tenía el corazón como un colibrí. Luego ya, una vez que pisas el escenario, se acabó. Estás como en casa. Pero hasta entonces... Uf.
Los nervios van con el oficio.
Imagino que vienen del respeto por el público. Quieres ser la mejor versión de ti mismo. Durante las dos horas y media del concierto. No antes ni después. No. En ese momento. A la mayoría de nosotros, si nos ponen un tren justo en la previa, lo cogeríamos. Luego siempre gana la ilusión de tocar.
No digo que tenga que llevar la bandera del rock, pero, ¿es usted algo así el último de una especie?
Nah, lo que me alegra mucho que el rock siga enganchando la gente joven. La relevancia de un músico se mide por su popularidad entre los jóvenes. Nota aquí.
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