Gustavo Cerati, a diez años de su muerte
Al frente del trío y en su posterior carrera solista, el cantante y guitarrista cambió las reglas del rock en América latina, y hoy es venerado y respetado por colegas y fans de todo el mundo.
“Separarse de la especie por algo superior. No es soberbia, es amor”, cantó Gustavo Cerati en “Adiós”. Cuando compuso la canción incluida en el disco Ahí vamos (2006), junto a su hijo Benito, nunca imaginó que el pasaje terminaría convirtiéndose en una especie de epitafio suyo. Uno de los tantos, porque, como si se tratara de criptogramas, algunos de sus últimos temas tenían sabor a despedida, mientras que otros lidiaban con la trascendencia o la inmortalidad. Sin embargo, en el nicho del músico en el cementerio de la Chacarita sólo reposa una lámina con su nombre y el símbolo de infinito patentado en 1655 por el matemático y filólogo inglés John Wallis. El lugar se transformó en un sitio de peregrinación al que acuden diariamente un centenar de fans, aunque los fines de semana se quintuplica.
Este miércoles, la cifra de visitantes a la tumba del artista se mimetizará con esa curva plana semejante a un 8 acostado. Y es que se cumplirán 10 años de su muerte. Debido a que son pocos días los que separan a su natalicio de su óbito, durante las últimas semanas se llevaron a cabo un sinnúmero de homenajes en todo el país. Por ejemplo, “Gracias por venir” se llamó el tributo que se le brindó el viernes pasado en Villa Gesell, y que contó con la participación de 40 músicos locales. Sin embargo, el 13 de agosto, con motivo de su cumpleaños (sucedió el 11 de agosto), la radio Vorterix y la Municipalidad de San Isidro prepararon una actividad denominada “Once, tu cumpleaños” (tomado de un fragmento de “Numeral”, uno de los últimos temas del músico). Nota aquí.
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