domingo, abril 13, 2025

Carlos Salem

 Acaso es una alegoría de mi vida.

O un globo que persiste en sus errores.
Un globo amarillo,
como los ojos de los gatos
que me miran todo
el tiempo cuando duermo.
No es verdad que recordar
sea volver a pasar por el corazón.
Toda ventana por la que quise asomarme,
es ahora una postal a la venta
en una tienda de souvenirs cerrada al público.
Los rostros amados se besan
a las tres y media de la tarde
con sus bocetos deformados.
¿Las tapas de las alcantarillas
son las rejas del suelo,
o la frontera del cielo?
Recuerdo haber olvidado todo esto
Y la única verdad
que no puedo mentirme:
Nada volverá a ser, salvo la nada.





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