Bodega Zuccardi

 Cómo es el Malbec favorito de la crítica internacional: tuvo cuatro veces el puntaje perfecto 

Fue el único con la calificación máxima de 100 puntos en el reporte del norteamericano James Suckling, revelado esta semana.

Desde 2018 viene ubicándose en lo más alto en los rankings más prestigiosos.

Cuesta imaginarse las raíces de una planta abriéndose paso entre rocas, en la profundidad de la tierra. Cuesta entender, también, cómo esas rocas pueden darle a la vid un carácter que luego se transmita a sus frutos. Pero eso es lo que sucede en muchos lugares de Mendoza en los que los suelos de apariencia áspera y seca son los que imprimen su particularidad a vinos extraordinarios.

El Piedra Infinita Gravascal es uno de ellos. Favorito de los críticos internacionales, obtuvo cuatro veces la calificación máxima de 100 puntos: Robert Parker (en 2021 y 2025), Tim Atkin (2022) y, esta última semana, James Suckling. Un fiel exponente de esa usina de etiquetas de altísima gama que es el Valle de Uco mendocino, un páramo fértil al norte del río Tunuyán, sobre la cordillera de los Andes Centrales, donde en las últimas décadas se ubicaron algunas de las bodegas más prestigiosas del país.

Pero dentro de ese valle hay muchos matices, y la viticultura nacional ha aprendido a explotarlos. El vino del que hablamos proviene de una parcela ínfima de una de las tres fincas que Zuccardi tiene en el Paraje Altamira. Menos de una hectárea a 1100 metros de altura, donde la superficie arenosa cubre esa piedra calcárea “infinita” que inspiró el nombre del lugar y del vino.

Cómo es el Malbec del puntaje perfecto

“Es oscuro, misterioso, con capas que esperan revelarse debajo de su austero exterior. Se despliega lentamente en la copa, demostrando profundidad y una estructura enfocada”, escribió Jacobo García Andrade, uno de los editores del equipo del estadounidense James Suckling, en la presentación del informe Argentina 2025 Tasting Report: A Wine Journey to the Extremes.

Allí, la añada 2022 fue la única que obtuvo 100 puntos entre más de 2000 vinos catados de 60 productores argentinos. La anterior, 2021, había conquistado el podio de Robert Parker en mayo pasado, así como la 2019 lo hizo en el de Tim Atkin.

¿Qué tiene este vino, del que se elaboran partidas limitadas de no más de 1200 botellas, para destacarse entre tantos otros? ¿Cuál es la delgada línea que atraviesa para colocarse un escalón por encima de los que alcanzan los 97, 98 o 99 puntos? Atkin lo explicó alguna vez, cuando consideraba que los vinos argentinos no estaban listos para llegar a lo más alto. “Un vino de 100 puntos tiene que ser excepcional, emocionante, espectacular, para durar 100 años”, dijo en una entrevista con Clarín.

Hoy al Piedra Infinita Gravascal -como a otros grandes ejemplares del país, es justo decirlo- se le augura esa longevidad de los grandes vinos del Viejo Mundo. “Intenso y absorbente (…) es excelente ahora, pero ganará complejidad con algo de guarda en botella”, opinó Andrade.

El viñedo de los 100 puntos

Para Sebastián Zuccardi, su enólogo, una de las claves está en lograr que los vinos expresen el lugar de donde provienen.

“Como productores, creemos en esta cordillera como origen de nuestra identidad: paisaje, clima, suelo y agua. Pero también nosotros somos gente de montaña y ésta determina nuestra cosmovisión. Gravascal es sin duda un vino de montaña que encierra la energía de su clima frío, con luz pura e intensa y de sus suelos rocosos de granito con calcáreo”, señala.

La finca Piedra Infinita produce, además, otro vino que está a la par del Gravascal. El Supercal, también elaborado con uvas Malbec pero de otra parcela del mismo viñedo, ha alcanzado 100 puntos en varias oportunidades. Nota aquí.