martes, diciembre 30, 2025

‘Rondallas’

 ‘Rondallas’: la película española que aspira a emocionar a todo el público con la solidaridad y la tradición de las bandas gallegas

El director Daniel Sánchez Arévalo, el productor Ramón Campos y la distribuidora Mercedes Gamero explican su apuesta por un cine popular adulto con ambición artística y taquillera.

Que una película sobre una rondalla gallega (agrupación musical con numerosos integrantes, que tocan instrumentos de cuerda, percusión y gaitas) haya nacido en un restaurante madrileño llamado El Gaitero suena a truco de guionista malo. Pero así fue. Hace unos años el director Elías León Siminiani decidió presentar al productor Ramón Campos, su compañero de series true crime, a dos amigos suyos: los cineastas David Serrano y Daniel Sánchez Arévalo. “Quedamos en ese restaurante detrás de la madrileña Plaza de España”, apunta Campos, “porque era, ya está cerrado, el favorito de la gente que trabaja en musicales en la Gran Vía, como David y Dani en algún momento”. La cita se convirtió en quedada mensual. “Nos hicimos una piña, la verdad. Y en una de esas”, recuerda Sánchez Arévalo, “Ramón, que es gallego, sacó el móvil, me enseñó el vídeo viral en el que la rondalla Santa Eulalia de Mos, con sus trajes tradicionales, sus gaitas y toda la percusión, interpretaba Thunderstruck, de AC/DC. Se me puso la piel de gallina y él me soltó: ‘Aquí hay una película, Dani”. Dicho y, años después, hecho.

Rondallas se estrena este 1 de enero en unas 250 pantallas, según apunta Mercedes Gamero, corresponsable de la distribuidora Beta Fiction Spain, que lanza el filme en las salas. Y no es una película cualquiera: es ambiciosa en presupuesto (cinco millones de euros, cuando la media del cine español fue de 2,8 millones en 2024), en su apuesta artística (Sánchez Arévalo ha estado montando el filme seis meses, afinando cada secuencia “porque Ramón me lo permitió”) y en sus ganas de romper la taquilla. Campos, líder de la poderosa productora Bambú, confiesa como referentes “el cine francés popular de calidad como El triunfo o Por todo lo alto“. Gamero recuerda los filmes de la productora británica Working Title, empresa detrás de Cuatro bodas y un funeral, Dead Man Walking, Billy Elliot o la saga Bridget Jones. Para Sánchez Arévalo, la guía ha sido la inglesa Tocando el viento. En la mente de todos, Full Monty. “¿Por qué no podemos hacer feel good movies en España de calidad?”, cuestiona el productor. “Fíjate, mis socios franceses, Studio Canal y Beta Fiction, lo entendieron al momento: era algo muy local exportable rápidamente a una emoción universal”. Nota aquí.


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