La caridad es una estafa
El cuento de Navidad llegó este año un poco antes de tiempo. En un plató de televisión apareció el papá de Nadia para contar a la respetable audiencia que su hija padecía una enfermedad grave y que necesitaba la ayuda de la gente. Se dio por descontado que la sanidad pública no era remedio para la dolencia de la niña. El cuento empezó a llenarse de lugares lejanos. De Houston a Afganistán, de Finlandia a Brasil, el padre iba como un desesperado errante en busca de la luz. Pero hacía falta dinero para sostener el sueño. Ya se sabe que el dinero lo soluciona todo. Nota aquí.
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