lunes, enero 14, 2019

Javier Bergia

Bergia y otros trovadores de la resistencia

El éxito de los jóvenes cantautores reactiva a la generación que los antecedió


No cabía un alma el jueves pasado en el Libertad 8 para escuchar las nuevas canciones de Javier Bergia. Hablamos de un templo tan mítico como angosto, de acuerdo, pero el trovador madrileño, que emprendió andadura artística en el ya lejano 1985, llevaba un lustro largo sin repertorio nuevo y su público se lanzó sobre Divina comedia, la nueva colección, con un entusiasmo rayano con la voracidad. ¿Resurgir? Puede que sí, y las segundas juventudes ilusionan más si coinciden con las 60 primaveras, una de esas edades en las que, como diría el poeta, queda ya muy claro que la vida iba en serio.
No es Javier el único consagrado de la poesía con música que reverdece en las calles de esta santa ciudad. Ismael Serrano (veterano joven del 74) ha llenado en dos ocasiones este año el WiZink. Víctor Manuel (madrileño de adopción) y Javier Álvarez (madrileño de geografía inabarcable) han publicado sus primeros discos en una década. Pedro Guerra ha reinventado y reverdecido, también con escala en el número 8 de la calle Libertad, aquellas celebradas Golosinas con que el mundo le descubrió en 1995. Y así, tanto otro. Los trienios son un grado siempre; este año, también para el arte de trovar. Nota aquí. 


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