domingo, septiembre 13, 2020

Joaquín Carbonell

Joaquín Carbonell, las flores de ayer tan vivas

Más aún que cantautor se multiplicó en facetas para convertirse en parte esencial de la cultura aragonesa. Por el Aragón completo, el compromiso, la libertad y el pleno sabor de la vida.

Irrumpió en la música con un rotundo 'Dejen pasar'. Era su segundo disco y nunca le gustó demasiado -a sus seguidores sí- pero resumía el espíritu de aquella juventud absolutamente harta de franquismo, caciques, desigualdad y censura. Sin pedir permiso, Joaquín Carbonell les dijo: "háganse a un lado que vamos a entrar". Por nosotros y por todos los que ni siquiera llegaron.

Nacido en Alloza, Teruel, Carbonell formó parte, como alumno, del mítico Colegio Menor San Pablo de la capital. En ese centro daban clases José Antonio Labordeta o Eloy Fernández Clemente (el creador de la Revista Andalán). Allí nació otra manera de enseñar, decían, y  otra manera de aprender. Todos ellos, con el dúo La Bullonera, con Javier Mas -el guitarrista que luego tocaría con Leonard Cohen-, con Plácido Serrano y Raúl Soria desde la Cadena COPE, puntal de la modernidad y el progresismo en aquella época –quién lo diría-  pusieron los cimientos de un Aragón nuevo y una España nueva.

Porque también nació otra forma de escuchar música, otro periodismo, otra sociedad, otra forma de hacer política desde el PSA que llevó diputados propios al Congreso en las primera elecciones democráticas. Y se entiende la importancia trascendental de crecer en madurez con estos estímulos en lugar de hacerlo con ruido, banalidad, mediocridad y miedo. Nota aquí.



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