viernes, abril 29, 2022

Joan Manuel Serrat

 Serrat conquista Nueva York en el arranque de su gira de despedida de los escenarios

El cantautor catalán repasa los principales títulos de sus 56 años de carrera en el primer concierto que ofrece tras la pandemia.

Bajo un frío invernal y entre cánticos, con Mediterráneo como himno convertido casi en salmo, un centenar largo de seguidores de Joan Manuel Serrat aguardaban en la calle a medianoche del miércoles su salida del teatro de Nueva York en el que dio inicio su gira internacional de despedida de los escenarios, que terminará en Barcelona el 23 de diciembre. En el interior del Beacon Theatre, un recinto centenario con casi 3.000 localidades de aforo —todas ocupadas; las entradas vendidas desde hace meses—, el cantautor, el poeta y juglar, el contador de historias y gran seductor de la palabra desgranó más de una veintena de canciones como resumen de su carrera, 56 años en activo, en la que “ningún concierto ha sido uno más, jamás [ha sido] una faena de aliño”, explicaba tras el recital.

Y a fe que el de anoche no lo fue, en absoluto. Tras más de dos años sin salir a un escenario (“desde la caída de Joaquín Sabina en el concierto de Madrid” en febrero de 2020, en vísperas de la pandemia), Serrat se resarció del confinamiento ante un auditorio entregado, hablante de todos los acentos de América. “Llevo dos o tres años sin cantar, me he convertido en un antiguo debutante”, dijo, arrancando las risas del público. América será protagonista de la mitad de la gira de despedida —de los escenarios, pero no de la música— del noi del Poble Sec, con platos fuertes como los cuatro conciertos que ofrecerá en Buenos Aires y para los que apenas si quedan entradas.

Igual que el de este 27 de abril (“festividad de la patrona de Cataluña, la Moreneta, y también fecha de la muerte de mi padre, hace 43 años”), un concierto en el que fue contando historias entre canción y canción, para intentar definir qué es exactamente eso, el material del que está hecha su carrera —su vida— y que ha puesto banda sonora a la existencia de millones de personas, a uno y otro lado del Atlántico. Ese propósito, explicar la magia de lo que lleva décadas haciendo, le permitió articular el concierto intercalando clásicos, como Algo personal y Para la libertad, este último en una versión apoteósica; Lucía, Señora, Hoy puede ser un gran día o las Nanas de la Cebolla, sobre el poema de Miguel Hernández, con tesoros algo menos populares, como el precioso Romance de Curro El Palmo, una copla triste como todas las coplas, eco directo de la educación sentimental de la posguerra que tanto reivindicara su amigo Vázquez Montalbán y que el propio Serrat mamó de sus mayores. Nota aquí.




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