“Es un orgullo ser la primera generación de fileteadoras”
Ubicado en una antigua casa de Villa Martelli, y lleno hasta el techo de obras en proceso o finalizadas, el taller de la fileteadora porteña Silvia Dotta parece salido del barrio de La Boca. “Hace diecisiete años nos mudamos con mi compañero de vida a esta casa. Fue acá donde descubrí que el filete era mi camino, a los cuarenta años”, dijo Dotta, que es bisnieta del fileteador veneziano Angelo Dotta. “Saber eso me ayudó a reconocerme en esta disciplina. Acá encontré un profundo sentido de vida, un espacio para expresarme y para hablar de la tradición. Para mí fue muy emocionante”, agregó la artista bonaerense que se convirtió en una referente de esta expresión artística y en una entusiasta divulgadora de su historia.
En 2013, cuando todavía era solo una aprendiz, Dotta participó de la fundación de la “Asociación de Fileteadores” que comenzó a trabajar en la preservación y divulgación del filete porteño. Durante una década, formó parte de la comisión directiva y participó de sus más grandes logros. Entre ellos, se encuentra la declaración de la Unesco al filete porteño como “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad” en 2015, la muestra del filete porteño en China en 2018, la declaración de Interés Cultural de la Ciudad de Buenos Aires a la asociación en 2019 y la realización de los “Encuentros de Fileteadores” que, desde 2012, difunden a los artistas y premian con la “Orden del Pincel” a las personalidades que hayan realizado un aporte significativo al filete porteño.
En la última edición del Encuentro de Fileteadores, celebrado a finales del 2023, Dotta fue reconocida con la Orden del Pincel que, para ella, significó “el premio más valioso que pude haber recibido en mi vida, el otorgado por mis pares. Me emocionó muchísimo. Creo que fue una Orden del Pincel que, si bien me la dieron a mí, la recibimos todas las mujeres. Era necesario que una mujer recibiera este reconocimiento”.
-- Históricamente el fileteado era considerado un trabajo de hombres. ¿Cómo fue tu introducción en este mundo?
-- Sí, es un oficio que nace siendo de varones porque surge dentro de las carrocerías. A lo largo de su historia, el fileteado sufrió muchos cambios vinculados a transformaciones de época, pero también, en muchos casos, a prohibiciones: la prohibición de la tracción a sangre en la Ciudad de Buenos Aires en 1963, que llevó a la destrucción de muchos carros fileteados; la prohibición de los fileteados en los colectivos en 1975, etc. Así, sucedieron muchas transformaciones, todo mientras los primeros maestros fileteadores eran cada vez menos. En un momento apareció el plotter y reemplazó, en muchos casos, la mano del artista. Ahí, la tarea del fileteador se tuvo que diversificar y muchos empezaron a dar clases. Ricardo Gómez fue uno de ellos. Él dio un curso en el que eran todas mujeres, gracias a que su esposa le decía que para que el filete no se muriera tenía que enseñarle a mujeres. Hoy diría que hay tantas mujeres como varones. Yo comencé a tomar clases gracias a una vecina, Susana, que conocí cuando me mudé a esta casa. Ella hacía fileteado porteño y aceptó enseñarme. Hoy me llena de orgullo ser parte de esa primera generación de fileteadoras mujeres que viven de su oficio, que pueden vivir dignamente de esto. Nota aquí.
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