domingo, enero 19, 2025

El Iberia

 En Monserrat, reabrió uno de los bares más antiguos de Buenos Aires: tortillas suculentas y baratas y mucha historia

El Iberia estuvo cinco años cerrado por el impacto de la pandemia.

Fue un fortín republicano en plena Guerra Civil Española.

Entre sus habitués estuvo el poeta español Federico García Lorca.

Entre el hotel Castelar -donde se alojó Federico García Lorca durante los seis meses que vivió en Buenos Aires allá por la década del 30- y el bar Iberia -entonces llamado La Toja-, hay tan solo 50 metros. El poeta español los caminaba religiosamente, ansioso por complacer su apetito por los dulces pero también por la conversación con los compatriotas que desde principio del siglo XX le imprimieron su personalidad a la hermosa avenida de Mayo.

Esas cuadras que van de Plaza de Mayo al Congreso son el mejor antídoto contra una de las peores manías contemporáneas: la caminata enajenada con la vista clavada en el celular. Pero no está todo perdido. Basta alzar unos segundos la mirada para que la magnitud de las cúpulas y las fachadas de nuestra “Gran Vía” derroten a la fuerza hipnótica de la pantallita.

Que la avenida más antigua de Sudamérica, que ostenta restaurantes y café del siglo XIX como El Tortoni y El Imparcial, recupere un bar cuyos orígenes se remontan a 1897 es un bálsamo frente al desolador escenario post pandémico que dejó un tendal de persianas bajas. Incluso la de este local cuyos nuevos dueños encontraron a principios del año pasado casi desmantelado y con una postal tan triste como elocuente: un típico almanaque de boliche que colgaba de una pared, detenido el día jueves 19 de marzo de 2020.

La historia del Bar Iberia

El Iberia tiene una prehistoria remota. Nació apenas tres años antes del comienzo del siglo XX con el nombre de una isla de las Rías Baixas en Galicia, La Toja. Pero en 1936, cuando empezó la guerra civil en España fue rebautizado tal como lo conocemos hoy.

En su libro “Conflictos y armonías en la historia argentina”, el historiador Félix Luna da cuenta de cuan española era Buenos Aires en esos tiempos: “Las noticias de la península se presentaban en primera página (...) Los argentinos siempre habían participado en los grandes enfrentamientos españoles y ahora, en 1936, cuando estalló la guerra civil, esa costumbre se exacerbó al máximo. No había neutrales en el país: todos eran nacionales o republicanos, franquistas o rojos”. Nota aquí.




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