Al rescate de un disco perdido de Miguel Abuelo
Recién regresado de Europa y antes del éxito que alcanzó con Los Abuelos de la Nada, el artista grabó una serie de recitados y temas ahora compilados por Ediciones Insolubles.
Era mayo de 1983. Los días previos al primer Obras de Los Abuelos de la Nada. Su líder, Miguel Ángel Peralta, o Miguel Abuelo, era un viejo protagonista de la primera ola del rock nacional que había regresado a Argentina a principios de los ochenta, luego de una década en Europa. Allí había sido rey y mendigo. Había pasado del folk psicodélico de fines de los sesenta al pop new wave de la nueva etapa. Estaba, otra vez, en pleno ascenso. No lo sabía, pero le esperaba una nueva caída, la definitiva. Ya había vivido varias vidas y le había dado diferentes formas y colores a sus canciones. Pero no le alcanzaba. Miguel era un prócer de renovación constante.
“Necesito atomizarme en todas las actividades que pueda. En principio, porque el buen seguidor de lo que hago va a darse cuenta e identificarse con un montón de actitudes que también son posibles en él”, le decía Miguel a la periodista Gloria Guerrero, en una entrevista de esos días de mayo del 83. La nota se había publicado en Humor y confirmaba algo que otra revista, Pelo, había señalado unos meses antes, en octubre del ‘82, al reseñar el primer disco de Los Abuelos de la Nada: decía que Miguel poseía un “talento inconformista sin límites”.
El propio Miguel lo insinuaba en la entrevista de Humor: “Sé que se puede demostrar un tipo de hombre nuevo, un tipo de comportamiento, de conducta, un tipo de reflexión más original de la que abunda en el mundo y más aún en este país. Aquí, en el sótano del universo, hay un nivel muy bajo. Y es necesario que alguien salga. Y si tengo que decir ‘Soy yo’, lo voy a decir con todo, poniendo toda mi cara”. Pero como escribió su biógrafo, Juanjo Carmona, en el libro El paladín de la libertad, a Miguel “nunca le alcanzó la técnica para poder expresar todo lo que tenía en la cabeza, ni le bastó la energía de su cuerpo para llevar adelante todos sus anhelos”.
Hoy, a pocos meses de que se cumplan los 37 años de su muerte, otro costado de la cara de Miguel Abuelo se revela para que hombres y mujeres del sótano universal sepamos que hay caminos alternativos que no habíamos tenido en cuenta. El disco Canciones para cantar en el cordón de la vereda acaba de ser publicado por Ediciones Insolubles Records en una tirada limitada en CD y vinilo que al cierre de este artículo estaba próxima a agotarse. Nota aquí.
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