EL ÚLTIMO POEMA
Árbol que hundes tus raíces en el silencio
tierra condenada por los miedos
tus días sin ojos
vagas por el espacio negro
recorres años luz sin palabras y sin aliento
viajas por los caminos de la niebla
densa e ingrávida
páramo incierto
planetas de helados océanos
peregrino de la muerte
dejaste la conciencia allá
donde los versos son cuervos
eterna oscuridad
sin tiempo y en silencio
inútiles palabras
-¡Santa inocencia!-
al otro lado del espejo.
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