La Vuelta no entra en Madrid
salgan al aire, parid,
contra la Vuelta en Madrid,
con Israel nauseabundo.
Madrid, un pueblo jocundo,
debe impedir que la Vuelta
encuentre una puerta abierta
para lucir la ignominia.
Si hay que miniar, se minia,
pero se cierra la puerta.
En Gaza la gente muerta,
mientras Europa encogida,
no reconoce la herida,
y sigue ciega por tuerta,
por una conducta incierta,
sumisa y dubitativa.
Palestina rediviva,
sangra por sus borbones
mientras las demás nociones
carecen de iniciativa.
Callan, tragando saliba,
mientras allá, en las Naciones
Unidas en sus misiones,
dicen que no ven salida
por el veto de partida
de los dueños del pastel.
Y al mismo tiempo, Israel,
que es la mano ejecutora,
mata, tritura y devora
con la perfidia más cruel.
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