CONFIESO
que abrió su corazón de bar en bar
sin reconocimiento ni glamur,
se toma una copa al terminar.
Hoy no estuvo el concierto nada mal,
había gente, tampoco un clamor
pero se fueron todos, lo normal;
así que “otra copa, por favor”.
Y por si es que cabe alguna duda
dice, ebrio, antes de caer dormido,
casi lo mismo que dijo Neruda:
confieso, confieso que he bebido.
Y ahora que ya está en ese momento
en que el fin dista menos que el principio,
consciente, ríe y dice, bien contento,
que no es “bebido” tan mal participio.
Os pido que hoy le hagáis compañía,
que no seáis unos mamarrachos.
Al menos empatad con empatía;
dicen que beber solo es de borrachos.
0 comentarios:
Publicar un comentario