El obispo no puede con ellas
El obispo, entre otras cuitas,
quiso ganarse a unas cuantas,
pero son unas tunantas,
buscando a las favoritas
del obispo camarero.
El obispo, tesorero,
así nombrado por Roma,
provoca en cuanto se asoma
otro cisma misionero.
El obispo no puede con ellas,
que le ganan todas las partidas,
son expertas, lucen siete vidas
como gatas que ganan querellas.
Son expertas en ganarse estrellas
en el cielo de la rebeldía.
Han tomado toda la abadía
y al obispo le dejan de lado.
Las monjitas, las de Belorado,
han montado nueva cofradía.
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