jueves, mayo 01, 2025

Félix Maraña

 Pero no pido perdón

Por enésima ocasión,
en apenas un par de años,
después de pleitos y engaños,
con descaro y sin misión,
vuelve de nuevo el Borbón
de regatas a Sanxenxo.
Sin permiso ni consenso,
va repartiendo querellas,
a Revilla, a las doncellas
y otros paisanos del censo.
Y se asoma al mar inmenso,
para aventar el marisco,
no ha perdido el fuelle arisco,
y se expresa seco y tenso,
porque siempre fue propenso
a soltar cualquier reproche,
siempre enervado y fantoche,
asomado a la ventana,
con desprecio y con desgana,
de algún presumido coche.
Pero no pido perdón,
pedir perdón y por qué,
si ni siquiera yo sé
si merezco absolución.
Ya lo pedí en ocasión
anterior y sin embargo,
no me sirvió de descargo
y me costó la corona,
la Corina, la poltrona,
destierro que ni de encargo.
Todo por un revolcón,
que no estaba en el programa,
por un mal salto de cama,
que no tiene parangón.
Sólo ejercí de Borbón,
por eso soy el primero,
y tan alta vida espero
que voy de aquí para allá
y no sé ni dónde está
mi casa ni mi dinero.



0 comentarios: