De infancia y veranos
Los patios, que eran jaulas ya sin rejas.
Los golpes no pasaban de collejas.
La muerte, aún vivía en otro barrio.
Los sueños que nunca se cumplieron,
incendian las portadas de los diarios.
El miedo que pisaba mis talones
es ahora un espanto de escaleras.
Completo aquí.
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