Joaquín Sabina, más poemas y más canciones: “Ya tengo para un disco”
El cantante ha aprovechado el obligado encierro por la pandemia para componer y escribir sonetos convirtiendo estos meses en un retiro fructífero pero esperando volver pronto al escenario.
El año del retiro ha sido fructífero para Joaquín Sabina. También para lo que le convenía casi por prescripción: quedarse en casa. A reposar… sobre todo después de aquella caída hacia el vacío que dejó a sus fieles en vilo tras su última actuación en el WiZink Center de Madrid el 12 de febrero de 2020.
Fue un absurdo aparatoso. De repente se le vio acercarse hacia el estrépito, como un ave herida cuando pierde su equilibrio rumbo al precipicio. En este caso medía 1,70 metros la distancia que separaba el escenario del suelo ante la mirada atónita y el susto de quien lo acompañaba ante el público: Joan Manuel Serrat. El traspié le costó traumatismo en el hombro izquierdo y un coágulo del que fue operado en el ocaso de la vieja normalidad. Resultó casi un aviso metafórico y con aspecto martirizante de lo que se nos venía a todos encima. “De la caída, a pesar de dos operaciones, me recuperé, yo diría que hasta religiosamente, rápido y bien”, afirma ahora. Nota aquí.
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