Las Dos Rutas de La Pampa se cruzan en medio de un sandwich
La Dos Rutas se levante desde 1968 en un cruce de rutas en medio de la Pampa, en el paraje Padre Buodo, que solo tiene dos vecinos, Ilsa, la propietaria del negocio, y una de sus hijas. El reclamo, su sandwich de jamón curado y queso que gestiona José Luis Ablando, la cocina casera de Ilda y una gasolinera instalada a un costado.
Los viajeros transitan las rutas buscando llegar a destino, pero también han aprendido a leer en el camino señales que a lo largo de los años se han transformado en seguridades. La Pampa es una provincia patagónica de Argentina que encierra distancias muy largas, caminos de rectas interminables que cruzan, de hito a hito, un mapa de horizonte dilatado. Miles de turistas deben atravesarla para seguir viaje hacia sus destinos patagónicos andinos y marítimos. Allí, en el cruce de las rutas 35 y 152 encuentran el restaurante rutero Las Dos Rutas, parada obligada de miles de viajeros desde hace 55 años. Su sándwich de jamón crudo y queso hace detener los motores. “Hacemos más de cien por día”, afirma Jose Luis Ablando, su creador.
“Se ha convertido en un lugar de esos de culto para los viajeros”, dice Ablando, todo un personaje. Tiene 45 años y está detrás del mostrador desde los 15. El restaurante es de sus tíos. “Desde chico le empecé a tomar el gusto y veía cómo armaban los sándwiches”, cuenta. Los números hablan por sí solos: por día consumen 60 kilos de pan y 30 patas de jamón crudo por semana. “Cada sándwich es único, me tomo mi tiempo, lo hago con paciencia y debe estar muy bien presentado”, sostiene. No hay chances para el apuro, a pesar que sus movimientos son rápidos y certeros. Un secreto: el pan lo hace de forma exclusiva una panadería de una colonia de alemanes del Volga, Santa María. Nota aquí.
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