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Mi amigo Joaquín Pérez Azaústre me entrega su última novela que devoro en una horas, El querido hermano. Magnifico libro sobre un poeta maravilloso, Manuel Machado. Y, sobre todo, la biografía del hermano más querido de Antonio Machado.
La muerte de Antonio en Colliure, le llega a Manuel en Burgos, donde trata de sobrevivir entre la barbarie de los años de la Guerra Civil. La muerte de Antonio desatan un torrente de recuerdos en Manuel, los años de colaboración teatral de los dos hermanos, sus tertulias en el Café Varela, los tiempos en Paris con Ruben Darío…
Todo ello le sirve a Joaquín para hacer un retrato profundo y cálido de los dos hermanos, del dolor de Manuel, de Eulalia, su mujer, de los falangistas que pululan por la capital de imperio.
Y ese viaje en automóvil que Pemán pone a su disposición para que Manuel vaya a dar su último adiós al poeta muerto. Obra emocionante, perfectamente documentada, minuciosamente documentada.
Tal vez haya que matizarle a nuestro querido Joaquín ese retrato amable de José María Pemán, que se justifica, quizás, en el papel humano y cordial que mostró en el trato con su admirado Manuel.
Joaquín da un final posible al encuentro con su hermano José ante la tumba de Antonio. Es un final misericordioso y fraternal que pudo suceder como se narra en la novela, por más que el propio José jamás hablara de ello. Pero, ¿acaso importa?
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