domingo, abril 07, 2024

Mark Knopfler

 “La música de Dire Straits cambió la vida de mucha gente. ¡Cómo no voy a seguir tocándola!”

El legendario guitarrista y compositor publica un nuevo álbum, ‘One Deep River’, y reflexiona sobre el éxito, la lucha actual por destacar en la música... y el periodismo

Mark Knopfler (Glasgow, 74 años) espera paciente en un reservado del Bluebird, un elegante restaurante y bar del barrio londinense de Chelsea. Bebe un café con leche; viste de oscuro; la cabeza, completamente rapada. Hay una mezcla de escepticismo, resignación y curiosidad ante la milésima entrevista que concede a lo largo de tantos años de trayectoria musical. Cien millones de discos vendidos en todo el mundo al frente de la banda Dire Straits. Una fortuna personal acumulada de casi noventa millones de euros. Y la certeza de ser una leyenda de la música rock. La mirada, la voz (sobre todo la voz) y la ironía le convierten de inmediato en alguien muy cercano.

“Hay tantas cosas nuevas en el mundo de la música. Por eso estamos hablando hoy tú y yo. Porque necesito levantar la mano en medio de la estampida. Tengo que levantarla y agitarla, para que se sepa que acabo de grabar un nuevo álbum”, explica Knopfler. “A la vez que otras 55.000 personas, probablemente, también habrán sacado un nuevo álbum. Es una situación ridícula. Pero es el modo de intentar vender tu música. Yo podría decir: ‘Ya no doy más entrevistas’. Dime entonces qué es lo que ocurriría. O, mejor dicho, qué es lo que no ocurriría”.

― Que nadie prestaría atención, por mucho que ya sea una leyenda.

― Exacto. Esto es una estampida ―, insiste.

Después de una turbulenta separación de la banda, en la que estaban también su hermano menor, David Knopfler, y el bajista John Illsley, Mark se lanzó a una carrera en solitario que le permitió sostener en el tiempo el éxito y la popularidad. Con discos geniales, y colaboraciones históricas: Bob Dylan, Rod Stewart, Sting, The Killers… ”Hace que la vida siga siendo interesante. Parte del placer que proporciona es el hecho de permitir que la música pueda respirar entre personas distintas. Siempre les regalo guitarras a la gente con la que toco”, admite. Nota aquí.










0 comentarios: