Cambalache: el tango prohibido de Enrique Santos Discépolo que sigue vigente a 90 años de su creación
Fue compuesto en 1934, plena década infame, y censurada por el gobierno militar en 1943, pero volvió a sonar en 1949. Nunca perdió vigencia a lo largo de los años.
Crisis económica, fraude, corrupción, desesperanza...Enrique Santos Discépolo creo Cambalache en plena Década Infame. Así había bautizado el periodista José Luis Torres al período argentino que se extendió desde el 6 de septiembre de 1930, cuando se produjo el primer el golpe de Estado cívico militar, contra el presidente radical Hipólito Yrigoyen, hasta el 4 de junio de 1943, cuando otro gobierno de facto derrocó al conservador Ramón Castillo. Y la pluma del eximio compositor pudo describir esa época como nadie.
“Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé, en el quinientos seis y en el dos mil también. Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos, contentos y amargaos, valores y dublé... Pero que el siglo veinte es un despliegue de maldad insolente ya no hay quien lo niegue. Vivimos revolcaos en un merengue y en un mismo lodo todos manoseaos”, comienza diciendo la letra del tango escrito por pedido en 1934, con palabras del lunfardo criollo y modismos arrabaleros.
La idea original era que la pieza se diera a conocer con el estreno de la película El alma de bandoneón, que iba a llegar a los cines en febrero de 1935. Y, de hecho, para eso había sido encargada. Sin embargo, el productor Luis César Amadori, amigo de Discepolín, decidió llevársela a Sofía Bozán para que lo cantara en el Teatro Maipo en el marco de la revista Esmeralda 400. De manera que, a pesar de la ira de Ángel Mentasti, socio fundador de Argentina Sono Film, quien hizo todo lo que estuvo a su alcance para evitarlo, el tango se escuchó por primera vez a fines de 1934 en la voz de La Negra. Nota aquí.
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