POSTAL DE TARDE DE SEPTIEMBRE
Pasaron las tormentas
-volverán mañana-
y cantan los pájaros
la mar debe jugar con sus olas
de estaño en estaño
no distingo las voces de las cotorras
del guirigay de otras aves
con sus motores alados
me parece escuchar largos fraseos de jilguero
junto a pios saltarines de gorriones todavía mojados
ese olor característico de tierras y pastos inundados
orlando ladridos de perros diminutos
que chillan como si les pisaran una pata
tan despacio se va la luz como entra la penumbra
y con ella hálitos de calor de un verano que se resiste
azotando el calendario
después de las tormentas regresan las calmas
hay momentos que parecen agujerear el cielo
por donde quieren colarse algunos rayos solares
los niños transcurren por el asfalto
todavía escondidos bajo sus paraguas
a lo lejos la ciudad teje un telón de ruidos opacos
¡Ay cómo añoro aquellos azules
que dejé en la costa abandonados!
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