domingo, julio 27, 2025

Café San Bernardo

 Cafetines de Buenos Aires: la leyenda de Villa Crespo que recibe a sus fieles con ping pong, billar, cartas y dominó desde 1912

Ubicado en el corazón del barrio, con el correr de la historia ha sabido ganarse la lealtad inquebrantable de diferentes generaciones de clientes, lo que hoy se observa en la convivencia etaria de sus fieles. El bar que para sus adeptos es un templo, que adoptó el nombre de la parroquia vecina, que fue declarado de interés cultural y luego alcanzó la categoría de “Notable”; el sitio donde Atlanta y Chacarita se enfrentan a diario es el café San Bernardo y esta es su historia

El Café San Bernardo es un emblema de Villa Crespo. ¿Por qué me aventuro a iniciar el relato con esa afirmación? Los motivos son varios. Voy con tres. El primero es su ubicación, donde el barrio parece latir: Corrientes 5436, entre Acevedo y Gurruchaga. En segundo lugar porque tomó su nombre de la parroquia vecina San Bernardo. Y, por último, el Sanber —como lo llama la feligresía— abrió en 1912. Dato: ese mismo año se inauguró la Confitería Ideal de Suipacha 444. Menciono el sincronismo solo para poner en contexto la Buenos Aires de principios del siglo XX. La Ideal era el salón pituco de un Centro que dejaba atrás el perfil aldeano para presumir de capital imperial. Mientras que el arrabal seguía manteniendo su ecosistema de descampado, en este caso en particular, atravesado por el arroyo Maldonado. Lo explico un poco más.

El 3 de junio de 1888 se colocó la piedra fundamental para la construcción de la Fábrica Nacional de Calzado (FNC) en la manzana delimitada por las actuales calles Padilla, Gurruchaga, Murillo y Acevedo. Tan trascendente resultó el hito para la posterior barriada que esa misma fecha se la tomó como Día de Villa Crespo. Fue Leopoldo Marechal en su novela Adán Buenosayres quien estableció la Fundación Mítica del barrio en las mismas calles. Y para acentuar el carácter novelesco, hay quienes aseveran que Villa Crespo no existe de manera oficial, que ningún decreto le dio origen. En definitiva, que es un mito. Tampoco se puede confirmar el origen de su nombre. El consenso general dice que con motivo de la construcción de la FNC comenzó el interés por la zona y que todos la llamaban Villa Crespo por Antonio Crespo quien fuera intendente de Buenos Aires en 1887. Es cierto que Crespo favoreció el loteo y destinó el espacio necesario para el diseño de una villa con una plaza, la comisaría y la escuela. Sin más.

No tengo información fehaciente sobre los socios fundadores del Café San Bernardo. Pero sí del ingreso como lavacopas de Jesús Fernández en los años 60. Prometo listar todos los cafés y bares de Buenos Aires manejados por españoles llamados Jesús. Refuerza el concepto de que para los porteños el café es religión. Como también el de la misión evangelizadora de los “gallegos” arribados a mediados del siglo pasado. Jesús Fernández fue escalando posiciones —e incorporando activos a su economía— a través de la compra de “puntitos” de una sociedad que, al momento de su ingreso, estaba integrada por diez miembros. Hasta que quedaron solo tres. Tuvo que cambiar el siglo para que, en 2006, el 100% quedara en manos de los hijos de Jesús Fernández, fallecido en 1993. Nota aquí.









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