jueves, julio 24, 2025

Elisa Collarte

 “La viticultura requiere pasión, pero es muy gratificante”

Elisa Collarte, cosechera pionera en la D.O. Ribeiro, será reconocida con el galardón Vida entre Vides en los Premios Ribeiro 2025, una distinción a su trayectoria profesional en el sector vitivinícola.

Cosechera pionera en la denominación de origen, Elisa Collarte comenzó a trabajar activamente en la bodega familiar en 1989 y ha dedicado buena parte de su vida a la producción de vino artesanal con variedades autóctonas. Hoy está jubilada y es uno de sus hijos quien ha tomado el relevo al frente del proyecto. En esta entrevista, repasa sus inicios, los cambios en el sector y el valor del trabajo en familia.

– Vas a ser reconocida con el galardón Vida entre Vides, de los Premios Ribeiro 2025. ¿Qué significa para ti este reconocimiento?

Es un orgullo y una gran ilusión. Es un reconocimiento a muchos años de trabajo y dedicación. En este momento de mi vida, ha sido una gran alegría, porque también supone valorar todo el esfuerzo realizado. Lo he recibido con muchísima ilusión y alegría.

– La familia Collarte tiene una larga vinculación con la viticultura, ¿verdad? ¿Cómo era vuestra bodega en 1989, cuando te incorporaste plenamente al sector?

En 1989 yo era una de las primeras cosecheras, y nuestra bodega era una de las más antiguas del Ribeiro. No encontré demasiadas barreras porque mi marido también me ayudó mucho, pero bueno… una mujer en un mundo de hombres… lo fui llevando.

Comenzamos con una bodega tradicional, pequeña, en casa, con cubas de madera. Aquí, antiguamente, las viñas eran muy pequeñas. Después llegó la reestructuración parcelaria, y ya se hicieron algo más grandes, ya se podía trabajar con tractor. Antes, tenías que ir con la mochila, sulfatar, cavar con la azada… Poco a poco, a lo largo de estos años, todo fue transformándose. Modernizamos la bodega, y hoy tenemos un proyecto familiar, pero profesional.

– ¿Cómo ha evolucionado hasta hoy vuestra bodega familiar y los viñedos? ¿Cómo vivisteis el proceso de reconversión varietal del Jerez a las castas autóctonas?

Antes de la reconversión, lo que más había aquí era Jerez y Alicante. Luego se introdujeron las castas autóctonas, y hoy trabajamos únicamente con estas variedades. Tenemos sobre todo Treixadura, en un 75%, pero también Godello, Albariño, Mencía, Sousón y Caíño. La calidad ha mejorado muchísimo, y el vino se vende y se comercializa mucho mejor.

Antes, el Jerez era conocido como “vino toldado”, también porque no se seguían los procesos actuales, como los trasiegos semanales en el vino blanco… Después de vendimiar, había que trabajar en la bodega para mantener el vino en buen estado, sobre todo al principio. Nota aquí.



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