sábado, septiembre 06, 2025

Ángel González

 Cien años de Ángel González, poeta y “santo por lo civil”

En el centenario de su nacimiento, diversos homenajes y publicaciones recuerdan al autor ovetense, conocido por su compromiso cívico, el humor, el amor y la amarga ironía.

Ángel González fue un “ciudadano normal” que algunas veces escribía poesía. Él mismo lo dijo, y lo confirma su viuda: “Creo que su natural modestia no permitió jamás que el poeta eclipsara a la persona. Le molestaban aquellos que iban por la vida con la máscara de poeta creyéndose superiores a los demás mortales”, dice Susana Rivera, profesora de Literatura en la Universidad de Nuevo México, donde González enseñaba y ambos se conocieron. Tal vez por eso tuvo el cuidado de escribir una poesía cercana pero comprometida, atravesada por la dificultad de la sencillez (“Es muy difícil escribir claro”, decía), de una profundidad accesible, donde se mezcla la conciencia cívica, el humor, el amor, la ternura y una amarga ironía marca de la casa. Ángel González es uno de esos autores que (como, por ejemplo, Julio Cortázar) generan gran complicidad con el lector. Que caen bien. Que te quieres llevar a casa.

A Ángel González, que pensaba que al porvenir le llamaban así porque no venía nunca, un día se le empezó a “adelgazar el futuro”, como se nos adelgaza a todos. Y tanto se le adelgazó que le llegó la muerte, en 2008, a los 82 años. Pero su futuro continuó, aun sin él: este 6 de septiembre se cumplen cien años de su nacimiento, en aquel Oviedo de 1925, y su figura sigue muy viva, como se demuestra en los numerosos actos y publicaciones por su centenario. Su memoria es como se describió en otros versos: “Un escombro tenaz, que se resiste / a su ruina, que lucha contra el viento”.

Un centenario lleno de cosas. El pasado 22 de marzo, en los alrededores del Día de la Poesía, el Instituto Cervantes homenajeó a González; también lo hizo en julio la Semana Negra de Gijón (donde el poeta instauró una sesión poética a medianoche, que sigue celebrándose, y de la que se conserva un famoso vídeo de González cantando con su amigo Joaquín Sabina), y entre el 14 y el 16 de octubre lo hará la Universidad de Oviedo en un congreso internacional. Publicaciones varias: la antología Eso era amor (Nórdica), con prólogo de Javier Rioyo e ilustraciones de Pablo Auladell, así como la que prepara la editorial Huerga & Fierro, a cargo José Manuel Lucía Mejías. Papeles del Náufrago publicará Soy un fingidor, una colección de sus “autorretratos” poéticos entre 1956 y 2008. Para los más pequeños una antología preparada por Ester Sánchez en el sello asturiano Pintar-Pintar, en colaboración con María Rosa Serdio, especialista en la difusión de la poesía entre los jóvenes, con audios del poeta e ilustraciones de Marina Buxó.

El premio Príncipe de Asturias de las Letras, en 1985, o el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, en 1996, laurearon su carrera ya en el siglo pasado, como el ingreso en la Real Academia en 1997, pero “su obra sigue muy vigente”, apunta Rivera, “Ángel nunca pasó por tinieblas del purgatorio a donde se dice que son arrojados los escritores esperando la mano de la posteridad. Su poesía siempre permaneció iluminada por sus lectores”. Si bien Rivera recibe constante feedback de los lectores, también se nota en la academia: acaba de publicarse en la Universidad de Alcalá la tesis La métrica de Ángel González: variaciones rítmicas y discursivas de Jesús Aguilar Fernández Gallego, cuyo título, raro en una tesis, describe exactamente el contenido. Nota aquí.








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